miércoles, 1 de abril de 2009

Los Olvidados

Explicación



Tengo pensado hacer una serie narrativa con esta historia, como no tengo mucha experiencia en escribir historias en prosa, tal vez tenga algunos ripios, así que si los notas hazmelo saber para corregirlos.

La historia se llama "Los Olvidados" y me interesa darle tintes grotescos, que lleguen a poner en cuestión muchos temas que ya tocaré y que hagan revolver la guata de rabia, impotencia, dolor, alegría, risa.

No sé mas, pero pretendo escribir hasta desangrarme o que se gasten mis neuronas.





Los Olvidados.


Entré a ese cuarto y todos me miraron sorprendidos, como si hubiera sido una aparcición espectral o in fraganti los hubiera pillado tramando algo. Los miré uno a uno, un parpadeo a cada mirada, en no más de dos segundos, alcé mi mano derecha a mi sombrero para levantarlo y lo levanté y levanté la tapa de mi cráneo y dejé ver el palpito de todos mis sesos superiores.

Como un globo, metí mi dedo índice izquierdo en esa masa para reventarla y salpicar con algo de mí inteligencia a esos bastardos, sucedió, lamí mi dedo con la lengua y sentí el sabor a paté ternera que tanto disfruto al desayuno.

Tapé mi cerebro descerebrado, me senté y bebí un baso de mi propia sangre, ya el silencio de todos me incitó a preguntar.

­- ¿Quién mierda me ha convocado?

Hubo un silencio, pero un leve sonido proveniente del otro extremo de la mesa dañó con su agudeza la sensibilidad de mis oídos, así que miré al tipejo y lo fulminé. Desapareció al instante.

­- ¿Quién mierda me ha convocado?

Volví a repetir con insistencia, mientras los miraba nuevamente uno a uno.

­- El Venerable Consejo, Señor Pineiden ­- dijo el más enmaculado de los quince personajes ­- tenemos una misión que encomendarle, la paga será satisfactoria.

Di vuelta una silla y, a lo chorizo, me senté con las piernas abiertas, apoyando mi codo sobre el cristal y masticando la cocaicha. Escupí verde sobre la mesa y la atravezó como ácido.

­- ¡Adelante! ­- dije circunspecto.

­- Es el caso de los olvidados Señor Pineiden, debe exterminarlos o hacerlos desaparecer a los olvidados.

Me acercaron una carpeta de cuero negro, la tomé, la abrí y la examiné. Contenía la lista de todos los nombres y posibles lugares donde se encontraban. No levanté una ceja, mas bien, me retire en silencio de ese lugar apestoso. La suciedad del Venerable Consejo había llegado al auge de su decadencia.



5 comentarios:

  1. Buena Pineiden. Estoy ya que pego una foto tuya en mi muro de celebridades, pero aún falta para eso.

    A todo esto, no sé si has visto Los Olvidados de Buñuel. Si no la tenis me la pides, te va a gustar.

    ResponderEliminar
  2. Hola David!
    Tu historia pinta pa wena. El toque grotesco me gusta.
    (Por si acaso, soy la Fran de la U).
    Te dejo mis blogs:
    http://fractalica.blogspot.com
    http://esconditefractalico.blogspot.com (Por ahora estoy escribiendo ahí)
    Saludos bochefianos literatos

    ResponderEliminar
  3. los olvidados un remix, bien, bien, suena intenso!

    ResponderEliminar
  4. post nuevo por favor, pasó y pasó por aquí y nada, nomás nos enamora y se va!

    ResponderEliminar
  5. Ya viene, he tenido unos dias agitados, pero abundantes en ideas!
    Wait a moment!

    ResponderEliminar